Nuestro Santo de la Música…
PUGLIESE PUGLIESE PUGLIESE
Entre miles de artistas yetas, el ambiente artístico argentino sólo reconoce unánimente a un santo: Osvaldo Pugliese.
El famoso tanguero es toda una salvaguarda para los artistas.
Ya en vida era considerado un amuleto de buena suerte y él lo sabía:
se llamaba a sí mismo “la medallita del pueblo”.
Cuando León Gieco dice “siempre mencionamos a Pugliese” en ese pastiche de canción que es “Los Salieris de Charly”, hace referencia a esta cábala.
No hay camarín que no tenga una foto de Pugliese.

Hay muchos relatos de pequeños milagros que se le adjudican: que vuelva la luz en medio de un apagón en pleno concierto, que aparezca un instrumento perdido con sólo pronunciar el nombre del santo, o que se solucionen problemas informáticos
(el técnico en grabación Sergio Paoletti afirma que cuando una máquina de su estudio se colgó y amenazó formatear todo el material, lo solucionó renombrando todos los archivos como Pugliese).
Hay que pronunciar el nombre del santo antes de empezar un espectáculo, en vez del vulgar …
merde, merde, merde.
PUGLIESE
PUGLIESE
PUGLIESE
Texto cortesía de Textura de Arrabal