En este artículo compartiremos las valiosas enseñanzas de la reconocida, destacada y muy querida maestra Olga Besio, recientemente fallecida, a partir de la entrevista publicada en la revista Metafierro (2022) titulada “Tango Lección N° 1: ¿Por dónde empiezo?”
A través de sus profundas reflexiones, se nos revelan aspectos esenciales del tango, como la conexión entre los bailarines y la música, y la importancia del abrazo en el baile. Su legado perdura en cada paso y en cada nota, y es un honor compartir sus perspectivas sobre este arte que tanto amamos.
Cuando se trata de enseñar a bailar tango, hay algo que desde el vamos, tanto para quienes enseñan como para quienes se inician en este viaje, deben tener claro, y es que el tango es mucho más que una serie de pasos para aprender. Como bien se expresa en la entrevista, “en efecto ¿qué es esencialmente, profundamente el tango bailado? seguramente NO es una sucesión de pasos, figuras o estructuras, o movimientos.” … hay algo mucho más profundo sustentando esta danza.
Olga nos recuerda que el tango se basa en “una relación natural humana intuitiva, sensorial con un otro humano y con un otro sonoro.” Al aprender a bailar, debemos enfocarnos en “elaborar, construir o bien develar la relación de unidad-dualidad con la otra persona, -el compañero o compañera de baile-, alguien con quien podemos hacer algo tan sencillo como movernos juntos, (que muchas veces resulta tan difícil)”.
Ahora sigue textual porque no hay un ápice que se pueda comentar más que es simplemente sublime:
“¿Cómo lograrlo? Permitiendo que mi cuerpo dialogue con el cuerpo de la otra persona, que “le hable de frente”, que lo “escuche”, que fluya una comunicación tan simple y natural como la que fluye en la vida cotidiana cuando hago algo con alguien o cuando hablo con alguien, colocándome frente a esa persona, con todo mi ser “de frente”, y no solamente dos cuerpos… sino dos personas, con alma, sentimientos, emociones… y la humana, divina y animal capacidad de ser-con-otro.”
Y hablando del abrazo, ese gesto tan fundamental del tango la maestra nos deja en claro, “Amigos, el abrazo de tango es simplemente eso: ¡¡un abrazo!! Y no una mera “posición de brazos””, Se trata de “un abrazo verdadero, humano, cálido, firme y dulce a la vez.”
Este abrazo, puente que conecta a los bailarines, creando un espacio seguro y acogedor donde se puede explorar el movimiento juntos. Es en este abrazo donde comienza la magia del tango.
“Todo lo que solemos considerar “técnicamente necesario y/o correcto” no es ni más ni menos que una consecuencia de algo que en su origen es absolutamente natural. Bailar es un hecho natural. Entonces, evitemos estereotipos” señala.
La maestra también introduce el concepto de “triálogo”, que incluye a las dos personas que suele tener un diálogo, más la música. En este “triálogo”, “vemos nacer el baile tanguero y con él el caminar, la improvisación y la creatividad.” La música no es solo un fondo; es el latido que guía cada paso, cada giro, y nos invita a expresarnos, a improvisar, a crear.
Así que, al comenzar a aprender tango, la primera lección debería centrarse en “el diálogo con la otra persona”, y entre ambos comparten, crean y construyen el baile y su abrazo; y “el diálogo con la música.” Estos son los pilares que sostienen la experiencia del baile, este “trialogo”. Como se menciona, “la comprensión indubitable de que todos estos aspectos constituyen una unidad” es esencial para abrazar la verdadera esencia del tango.
El tango es un viaje que se vive en cada abrazo, en cada nota musical, y en cada gesto compartido. Para aquellos que se atreven a dar el primer paso, el camino está lleno de descubrimientos y conexiones profundas.
Para leer el artículo completo puedes buscarlo en el Facebook de la revista Metafierro.
